
En la actualidad existen diferentes enfoques teóricos y prácticos sobre la promoción de la salud y algunos conflictos ideológicos fundamentales sobre sus fines y propósitos. Se observa, en particular, una creciente dicotomía entre el concepto de promoción de la salud como meta en sí misma y como medio para lograr la justicia social. De esta disyuntiva nacen varias preguntas: ¿Debe la promoción de la salud concentrarse en conductas y estilos de vida individuales o en la participación social y el desarrollo de programas comunitarios? ¿Se trata de un campo profesional que compete al personal de salud o de un quehacer público que debe fomentarse como movimiento social popular?
Para muchos, la promoción de la salud es un campo de acción profesional que exige a la vez el apoyo de la población, pero al mismo tiempo se observa la tendencia a tratar de incorporarla como movimiento social. Quienes temen que esta postura dicotómica impida cualquier avance teórico y práctico proponen un enfoque moderado que dé cabida simultánea al determinismo social y al conductismo individual, posición que abre paso a una relación dialéctica entre los dos extremos, con la mediación de las organizaciones sociales.
La nueva promoción de la salud, que también se conoce por “promoción de la salud comunitaria”, encierra nuevos conceptos, tiene su propia terminología y requiere un conjunto especial de habilidades y destrezas. De ella ha nacido un movimiento social que cuestiona muchas de las premisas de antaño y que aboga por una estrategia cuádruple: ampliar la definición y el concepto de la salud para abarcar los aspectos económicos y sociales que la determinan; ir más allá del énfasis inicial en los estilos de vida saludables y centrar la atención en los fenómenos sociales y políticos a fin de diseñar estrategias de mayor alcance; incorporar el concepto de capacidad de decisión individual y colectiva, y fomentar la participación de la comunidad en la identificación y análisis de sus problemas y necesidades y en la formulación de posibles soluciones. Aunque en el pasado se ha intentado incluir algunos de estos aspectos en el marco de la promoción de la salud, ahora son el núcleo de una teoría más congruente y compatible con la práctica.
Numerosos son los retos que se avecinan en las próximas décadas. En el campo de la promoción de la salud, las posibilidades de éxito dependerán, por un lado, del apoyo brindado por la sociedad y las autoridades sanitarias a ciertas tareas críticas, y por otro de la capacidad de aunar los esfuerzos de los profesionales, técnicos y trabajadores de todas las disciplinas sociales y de la salud, y particularmente de los miembros de la comunidad.
Ponemos a su disposición nuestra Oficina de Consultoría, con especialistas de primer nivel en temas de salud, para ello invitamos a su Empresa y/o su Institución a contactarnos para iniciar el trámite de Consultoría y asesoría personalizada de acuerdo a sus necesidades.